miércoles, 28 de marzo de 2012

Cabo Norte VIII: Día 6 Umea - Rovaniemi

Día 6:

6 de Julio de 2.010: Umea - Rovaniemi

Datos de día.
  • Km totales: 533
  • Tiempo invertido: 6.5 horas
  • Coste carburante: 52 €
  • Coste Cabaña: 79 €

A las siete de la mañana nos levantamos, vuelve a acompañarnos la luz que nos había amenizado la noche… pusimos la ropa de moto y las toallas en las ventanas porque no tenían cortinas, aun así entraba luz por " las rendijas”…. absurdo pero cierto.
Cargamos las motos, consumimos nuestro segundo café soluble…. ¡ya quedan menos! Y un bollito que habíamos comprado el día anterior porque el super no abría hasta las 10:00, ¡Ahí es na!
A las 8:00 salimos hacia Rovaniemi. Esto ya era algo serio: Círculo polar, Papa Noel, Renos… uf!, ¡Qué nervios! Seguíamos recorriendo la espléndida E-4, a ratos autopista, a ratos desdoble de carril… la velocidad media sigue siendo alta y el paisaje… aburre de tanto abeto, pino, lago… es una orgía de naturaleza. Llega incluso a ser monótono porque es muy llano, rectas inmensas, carreteras aburridillas porque no se puede ver mucho por la altura de los árboles y gasolineras sin nadie que las atienda. Volvemos a parar a echar gasolina en una estación fantasma de este tipo y… mi Visa no funciona. Ya empiezo a estar mosca, a veces va, a veces no… sin embargo la de Javi funciona y nos permite llenar y seguir hacia la frontera con Finlandia.

Tras la parada de rigor en la frontera e inspeccionar la cantidad de mosquitos que pueblan estos lares continuamos nuestra hacia Rovaniemi por carreteras igual de buenas.



A eso de las 14:00 llegamos al centro de Rovaniemi, con adelanto frente a lo esperado y en busca de un camping o unas cabañas para soltar los trastos, comer e irnos a las instalaciones que hay montadas a la salida de la ciudad y en las que se aloja la casa de Papa Noel (una de ellas) y el paso geográfico de la línea que da inicio al Círculo polar Ártico. Sabemos que es una turistada pero… ¡Qué pasa!, yo quiero enviarle un regalo a mi hijo desde la oficina de correos que hay en el complejo de Papa Noel y, por supuesto, lo de estar en el círculo polar también nos molaba, así que, no había más que hablar.

Hay un camping muy cerca del centro de la ciudad, cerca de un arroyo, pero no tiene cabañas. Al dar la vuelta nos damos cuenta de que el suelo está inclinadísimo hacia la izquierda y, la moto de Javi coge camino hacia allá y…. Sin consecuencias materiales aunque con la cara desencajada porque salió a ayudarnos hasta la señora del camping…. ¡Cosas que pasan! La misma señora nos indica un complejo hotelero a las afueras, no muy lejos del centro, que fue donde finalmente nos quedamos.

El sitio en cuestión está justo debajo de los trampolines de salto de esquí (deporte nacional) y parece que su actividad está centrada en la nieve. El complejo consta de un hotel (cerrado) una zona de servicios –supermercado, cafetería, restaurante,… (cerrados)- y una recepción inmensa (abierta). Por unos 79 € tenemos una cabaña con una decoración muy moderna, dos habitaciones, Tv de plasma, chimenea y… ¡Sauna!

Las motos en la puerta, a la sombra porque en realidad hace calorcillo. De repente nos damos cuenta que estamos cambiándonos y vaciando maletas con intención de irnos a comer, ya que son las 15:00, y ver el complejo de la casa de Papa Noel. Definitivamente, el cansancio inicial ha desaparecido. Pensamos que eran los kilómetros hechos estos días, muchos menos que los hemos hecho por día en Centro-Europa, las horas de moto, muchas menos también, la temperatura más baja… no sabíamos por qué pero nos sentíamos frescos aunque más adelante comprobaríamos cuál era la clave del cansancio.
En media hora estábamos en el complejo de Napapiiri, es un sitio gracioso, ciertamente muy enfocado al turismo pero tiene su aquel, como hacerse la foto en el Ecuador o en cualquier otro hito geográfico.
Comimos en el bar del complejo, nada recomendable, una sopa y salmón (si hubiéramos sabido que llegaríamos a estar cansados del salmón), un par de cervezas y café por unos 25 € (los dos) No está mal de precio pero no esperéis comer más que para saciar un poco el hambre.
Nos pasamos por la oficina postal de papa Noel a hacer el envío para mi hijo. El ambiente en invierno, con nieve, tiene que ser muy divertido para ir con niños. Todo el mundo vestido de Elfo/a, incluidos los funcionarios de la oficina de correos
En el complejo es dónde puedes hacerte las típicas fotos de “viaje a Cabo Norte”:
El palo con las distancias:
En el trineo de Papa Noel:
En la línea del Circulo Polar:
En el sillón de papa Noel:
En el cartel del complejo escrito en todos los idiomas que se sabía el que lo hizo:
Hay para todos los gustos. En general echamos un buen rato de asueto paseando por los alrededores, hay una zona con un poblado sami, típico de Laponia. También muy turístico pero gratis y, al menos cuando estuvimos nosotros, vacío. Valga una muestra...

Después del “tour Polar” volvimos a disfrutar de los parabienes de una sauna y un rato de relax. Tratamos de buscar en la tele información del tiempo para los siguientes días –la Blackberry que llevábamos no encontraba una red disponible por ningún sitio- El resultado fue indeterminado porque estábamos en Finlandia pero… mañana estábamos en Noruega y, apareció Cabo-Norte pero en general vimos nubes, aunque también sol y un gran lío idiomático (llegamos a entender al locutor decir “se escurre la moto” cuando, con toda seguridad decía otra cosa y, parecía estar vinculado a la lluvia)
El cansancio había desaparecido por completo, eran las 19:00 h. más o menos y fuimos a un supermercado a comprar algo para cenar. Unos 25 € cena para dos a base de salmón, chorizo de reno, ensalada, pan, unas cervezas y zumo y unos bollitos para desayunar al día siguiente. No nos pareció caro para lo que esperábamos… lo mejor estaría por venir en Noruega.
Tras volver de “la compra” decidimos irnos a dar una vuelta por el complejo de trampolines que teníamos detrás de nosotros. Haciendo un poco el “cabra” nos subimos hasta lo más alto del trampolín más alto…
Los tejadillos rojos que se ven entre los árboles son las cabañas donde estábamos. Las vistas son tan espectaculares que no tiene palabras. Todo, todo, absolutamente todo es verde. Las ciudades se pierden entre los árboles y además es bastante plano con lo que la impresión es la de estar ante un mar de árboles.
Volvimos a las 11:00 de la noche y aún era de día… tras cenar comenzamos a pensar que a la vuelta podríamos variar el itinerario y pisar Holanda, Luxemburgo, Bélgica y Francia. Para nuestro entretenimiento de… “pasar fronteras” y hacernos una foto en cada una de ellas.
Tras cenar los nervios nos acompañan preparando la llegada mañana a Cabo Norte, tras las dudas iniciales y los cansancios extremos de los primeros días ya casi lo teníamos a la mano. Miramos un rato el mapa de Europa, dijimos varias veces ¡Jo..r qué lejos estamos de casa! Y nos acostamos con la miel en los labios.

lunes, 12 de marzo de 2012

Cabo Norte VII: Día 5 Estocolmo - Umea

DÍA 5:
5 de Julio 2010. ESTOCOLMO – UMEA
Datos del día:
  • Km. totales: 668
  • Tiempo invertido: 8 horas
  • Coste carburante: 558Kr. (60 €)
  • Coste camping: 650 Kr. (70 €)

A las 7:00 de la mañana nos levantamos y, tras la ducha y recogida nos vamos a desayunar, ¡que entra en el precio! La variedad del buffet no era excepcional pero desayunamos como si fuese la última comida que íbamos a hacer en todo el día.
Cargamos las motos, que estaban donde las dejamos, aparcadas a la sombra de unos árboles justo enfrente del hotel. Y a las 8:45, sí, sí, casi dos horas después de levantarnos (hoy vamos con calma) salimos hacia el primer destino que ya identificábamos como “Cabo Norte”. Hasta ahora estábamos, cómo diría, viajando por Europa… de aquí para arriba pensábamos que sólo irían quienes quieran subir hacia Cabo Norte.
Las vías rápidas noruegas son curiosas. No es autopista ni autovía, hay tres carriles para los dos sentidos de la circulación. Durante espacios, que podrían llegar a los 10 km., un sentido disponía de dos carriles y el otro sólo uno. El caso es que la velocidad media es alta, la nuestra porque los suecos no apuran más allá de 110 km/h aunque los hay rápidos y en general son muy educados en la conducción, no se asustan por que vayas más rápido y si pueden facilitan la tarea.
El único pero … los cables “quitamiedos”.
Los había a la derecha......................................................................
y a la izquierda.............................................................................
Aunque a mí, la verdad, no me llegaron a agobiar demasiado, me acabé acostumbrado, pero a Javi le ponían un poco nervioso.
El viaje transcurría tranquilo, las carreteras eran mucho más rápidas de lo que nos habíamos planteado en un inicio y con menos de 700 km. la ruta iba a ser hoy también más dencansada.
Poco a poco vamos recuperando el ánimo, ya nos vemos muy cerca de Cabo Norte, el cansancio inicial casi ha desaparecido por completo, vemos nuestro objetivo más alcanzable.
Una parada para echar gasolina en una gasolinera sin personal que la atendiera, sólo surtidores con prepago de tarjeta, y mi Visa me vuelve a dar problemas. Menos mal que me acepta la Maestro pero, en el momento de ir a bajar la moto del caballete, el asfalto desaparece bajo el peso de la moto cediendo hacia los surtidores. La moto se inclina y sólo pueda frenar la caída para que no haya demasiado estropicio.
Arañazo al top case -como puede apreciarse en la foto anterior- y espejo con un rasponazo. No es mucho para lo que podría haber sido, un soporte de maleta, manetas,… Lo curioso es que por lo visto es un fenómeno relativamente frecuente. Tras los hielos invernales los asfaltos mal mantenidos, o sin mantenimiento, pueden, literalmente, desgranarse.
Paramos a echarnos las típicas fotos de viaje y, a eso de las dos de la tarde, a unos 120 km. de Umea, paramos en una gasolinera a comernos nuestro…. habéis adivinado, ¡perrito! con un refresco.
Las gasolineras aquí son más que gasolineras. Venden casi de todo, algunas tienen supermercado, pero los perritos con algún complemento son bastante baratos y para hacer una comida de viaje, valen.
Justo en el momento en que nos estábamos preparando para salir aparecen dos Gold-Wing españolas, una con “zapatilla” (Side-car). Al ir hacia ellos, acababan de llegar y todavía estaban casi montados en las motos, vemos que sale del sidecar una niña, pequeña, muy pequeña y la que parecía ser su madre. Sorprendidos, nos comentaron que la pequeña “Andrea” tenía 22 meses. ¿El destino de las dos parejas y la niña? Cabo Norte. Habían salido desde Tarragona y preparaban un mes de viaje por la península escandinava.
No hicimos ninguna foto pero… el destino hizo que volviéramos a coincidir en una situación única. De aquel encuentro sí guardamos recuerdo gráfico.
A las cinco de la tarde llegamos al First Camp Umea. El camping está lejos de la ciudad, no se puede ir andando. El autobús tarda en llegar una media hora escasa pero la frecuencia de paso no es muy elevada. Sin embargo el Camping es muy bueno. Las cabañas no son excesivamente baratas pero sí muy espaciosas, bien equipadas, limpias y en un entorno bonito.
El viaje a Umea para cenar nos lleva más de una hora, la ciudad es…. ¿cómo decirlo?, ¡Nueva! La mayoría de los edificios parecen no tener más de treinta años. Es como un decorado de Hollywood pero vacío. Muy poca gente por la calle y eso que aún son las ocho de la tarde. Una imagen vale más que mil palabras.
Cenamos en un Pub unas hamburguesas, bastante buenas y charlamos un rato con el camarero. Hablaba español con acento colombiano y nos sorprendió bastante ya que no tenía mucha pinta de ser de allí. El caso es que trabajaba seis meses al año en un barco pesquero y compartía camarote con un marinero colombiano. Tras indicarnos lo agarraos y lo mal que comen los noruegos… ¡Qué se va a esperar de un país donde hay más renos que personas! Nos dijo…. Y dejar clara la rivalidad existente con sus vecinos ricos decidimos iniciar el regreso hacia el camping.
Esta era la luz a las 12:00 de la noche. Hay mosquitos, ¡Y pican!, estamos en un Hitter ¡Sin cortinas! Y la luz entra por todos los lados. Definitivamente, esto comienza a parecerse a lo que hemos leído en tantas crónicas.

domingo, 11 de marzo de 2012

Cabo norte VI: Dia 4 Copenaghe - Estocolmo

DÍA 4
4 de Julio 2010. COPENAGHE – ESTOCOLMO
Datos del día:
  • Km. totales: 685
  • Tiempo invertido: 9 horas
  • Coste de carburante: 53 € cada moto
  • Coste del hotel: 110 €
  • Peajes: Puente de Malmo, 15 € cada moto (139 Kr.)
Son las siete de la mañana, el sol ya luce con fuerza y lleva toda la noche entrando claridad por las ventanas. Aun así, hemos dormido bien y no acusamos mucho el cansancio acumulado ni el añadido por las pocas horas de sueño – unas cinco-. Tomamos un café (estrenamos los sobres de café soluble que traigo conmigo desde Sevilla, ¡aún quedan 28!) y en la tienda del camping, muy poco surtida, compramos un bollito y un litro de zumo. Desayunamos, cargamos las motos y a las 7:40 salimos rumbo a Estocolmo.
Se prevé una etapa corta, unos 700 km, que a estas alturas nos parece una distancia muy razonable. Sin embargo, nos preguntábamos cómo serían las “autopistas” suecas. Sabemos que el límite son 110 y hemos leído sobre los controles de policía y su costumbre de “hacerte pasar por caja”. Pero lo primero que teníamos por delante era el puente de Malmo. En realidad una sucesión de una pequeña península artificial, unida a una isla y unida a un puente de 7,6 km. de longitud que une Dinamarca con Suecia a través del mar.
La sensación al atravesar el puente es extraña, sabes que estás sobre el mar pero no llegas a percibir la magnitud de la estructura. Sólo desde algúnos ángulos del inicio se aprecia ligeramente el verdadero tamañodel puente.
Tras una breve pelea de nuestras “Isabeles” (el nombre de la voz elegida en nuestros navegadores), no serría la primera ni la última, llegamos al puente. Es curioso que dos navegadores de la misma marca, con cartografía idéntica, no te lleven a los sitios por el mismo camino ni te den hora prevista de llegada idéntica.
Antes de acceder al puente propiamente hablando hay que "pasar por caja", previo pago de 139 Kr. (unos 15 €) puedes atravesar la frontera entre Dinamarca y Suecia que está en medio del mar.
El cartel de la frontera señala, como es obvio, Dinamarca por un lado y Suecia por otro. Paramos en la misma frontera a hacernos unas fotos y continuamos el camino. Bordeamos Malmo y seguimos por la E-20 hacia Estocolmo. Los primeros kilómetros por tierras, y carreteras, suecas nos parecieron… normales. Casi nadie va por encima de 110, la presencia policial parece normal (no vimos ni un coche de policia) y los radares están señalizados y ¡están de frente!
Sin embargo, llevando unos 150 km. aparecen en los laterales de la carretera los famosos quitamiedos suecos. Una imagen vale más que mil palabras. Son tres tiras de cable unidas por postes metálicos con unos bordes que dan miedo.
A eso de las dos de la tarde paramos a comer en una gasolinera de la autopista. La típica “comida” de viaje, perrito y refresco. Comenzamos a sentir un poco de “dolor de posaderas”. El hecho de casi pasarnos el desvío y girar rápido en el último momento produce una pequeña "chispa" entre nosotros. Nos empezamos a dar cuenta de que el cansancio va disminuyendo y no aumentando - cosa que achacamos a la menor temperatura (hace calor pero es muy soportable) pero también nos percatamos que los ánimos no están tan templados como suelen estarlo entre nosotros. Son 24 horas al día juntos y el agotamiento hace que estemos más susceptibles.
Mientras "degustábamos" nuestra comida sueca, de la que os aseguro llegareis a estar hartos ya que en toda Noruega no vais a poder mucho más, llegaron un grupo de moteros suecos con goldwing, y similares, y mantuvimos una agradable charla con ellos.
Gracias a nuestros conocimientos de inglés (Javi es prácticamente bilingue y yo me defiendo con dignidad) podemos entendernos ya que casi todo el mundo por estas latitudes domina bastante bien este idioma. Nos llamó mucho la atención el remolque que llevaban algunas de las motos. Se puede decir que casi viajaban con toda la casa a cuestas…. Aunque ya los habíamos visto otras veces, sobre todo en centroeuropa, nos estuvieron comentando que una vez en marcha apenas se nota (supongo que gracias al par motor que llevan) y que en Suecia los han prohibido, salvo para los que ya los tienen. Este grupo venía de Malmo, donde por lo visto, había habido una concentración internacional del club Goldwing y llevaban en el remolque todo lo necesario para 15 días de camping... igualito que nosotros.
Tras la charla y la "comida" seguimos nuestro camino, muy cómodo y tranquilo, y a eso de las cuatro de la tarde, con más de 30 ºC y tras otra pelea de nuestras Isabeles que casi nos hace perdernos el uno del otro, llegamos al hotel que teníamos reservado en Estocolmo, nuestra última reserva de las dos que hicimos (la otra fue la de Copenaghe). El hotel en sí es un barco anclado en pleno centro de la ciudad. Algo viejo y de habitaciones tamaño camarote de tripulaciónpero está situado muy céntrico.
Nos dimos una ducha en la habitación, curiosamente el baño es idéntico a un baño de autocaravana o de velero, muy estrecho pero a nosotros la ducha nos sienta de maravilla. En unos diez minutos andando estamos en la parte más céntrica de Estocolmo. La ciudad es bonita, con un ambiente variado – incluso con trazas de ser algo peligroso en algunos sitios – cosa que nos llama la atención. Tenemos toda la tarde por delante y la dedicamos a hacer algo de turismo y disfrutar de “las vistas”, que en algunos casos son bastante exóticas.



Así estuvimos apreciando el paisaje.......
y el paisanaje....................................


Tras las típicas compras de turista, imanes para el frigo, pegatinas con las banderas de Suecia, etc...acabamos cenando en un restaurante bastante céntrico y probamos el arce, que por cierto está muy bueno, más que el reno. A eso de las 11 de la noche volvemos al barco-hotel, nos tomamos un par de cervezas en la cubierta preparando el día siguiente y nos vamos a dormir.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Cabo Norte V. Día 3 Friburg - Copenaghe

DÍA 3.
3 de julio de 2.012 FRIBURG – COPENAGHE

Datos del día:
  • Km. Totales: 1.103
  • Tiempo invertido: 13 horas (incluyendo ferry)
  • Coste carburante: 82,2 € cada moto
  • Coste camping: 400Kr. - 50€
  • Ferri: 47 € cada uno.

Nos levantamos temprano, recogemos la “hecatombe” que habíamos montado tras llegar tan cansados – ya sabéis, trastos tirados por todos lados, ropa de moto, neceseres, toallas por las ventanas, etc… A las 6:50 estamos saliendo del camping Hirzberg de Friburg.

En torno a las 8:30, a velocidad “alemana”, por encima de 160 todo el rato, paramos a desayunar en lo que creímos era una zona de servicios de la autopista. Bueno, en realidad sí lo era, había gasolinera, cafetería, y un complejo dedicado al sexo llamado “Las Vegas”. El caso es que desayunamos bastante bien por unos 11€: café (2 cada uno), bocadillo y zumo.

Continuamos la ruta y a eso de las 12, tras continuar con un ritmo a la alemana, llevábamos algo más de 500 km recorridos. Nos las pintábamos muy felices, la cuenca del Rihn y la temprana hora hicieron que esta primera parte fuera bien, hasta fresquita en algunos tramos, … pero…
Comienza el calor, 38º y 39º nos acompañan desde las 12:00 de la mañana hasta bien entrada la tarde. Paramos a comer en una gasolinera camino de Puttgarden(Alemania) para coger el ferri hacia Rodbyhavn (Dinamarca) Comimos bocata y Coca-Cola por unos 13 €, incluyendo café, y seguimos para llegar al puerto sobre las 16:00 h.
En una media hora de espera comenzamos el embarque. La temperatura había bajado un poco pero seguía haciendo calor. Por suerte, las motos entran las primeras al barco.
La cosa es fácil, en los laterales de la bodega del barco hay unas cintas con trinquetes para tensar y unas argollas en el suelo. Lo suyo en atar la moto entre dos, uno comprimiendo la suspensión y el otro tensando. Po supuesto, con el caballete lateral y lo más pegada a la pared de la bodega posible porque entran tantos coches que la cosa acaba así.
A eso de las seis, tras una cervecita en el ferri, 4 € cada una, al menos es de medio litro, llegamos a nuestro destino. Las motos salen también primero así que, salimos del puerto por una carretera que parece un decorado, no hay nada y todo parece de mentira, muy…. Idílico. Tenemos por delante hasta Copenaghe unos 160 km de vía fácil. Hemos reservado una cabaña en un camping que hay dentro de la ciudad. Decidimos para a llenar depósitos en una gasolinera que resultó ser la única edificación que vimos hasta las inmediaciones de la ciudad. Y… nos encontramos con ¡Esto!
No iba mi Visa, las maestro no funcionaban y no admiten Euros. Para colmo el surtidor no tiene opción de idioma y nos da mensajes ininteligibles….. para colmo de males, el empleado de la tienda –ya que la gasolinera como tal no tiene edificio ni caja, sólo se puede pagar con tarjeta en el surtidor- no habla inglés……………..
Probamos con la Visa de Javi y… voilá, aceptada. Llenamos los dos depósitos y bebemos una botella de agua. Tras ello, a las 20:00 llegamos al camping. La cabaña que habíamos reservado acaba siendo un módulo de oficina de obra. Muy bien acondicionado, con lavadora, secadora, aire, plancha, etc.
La foto está tomada a las 21:00 más o menos. Ya comenzamos a apreciar que se hace de noche muy tarde. A las 12:00 todavía había algo de luz en el ambiente.
Tras hacer colada, ducharnos y sofocar el calor decidimos alquilar una bicicletas130 Kr (15 €) e irnos a visitar la ciudad y cenar en el centro.


Pateamos un poco la ciudad en bici y andando. Cenamos en una zona peatonal junto a los edificios del ayuntamiento y la central de tranvías y el camarero nos suelta que España había perdido con Paraguay en los penaltis.
Vuelven a aparecer las sombras de la duda. Javi vuelve a tener ese semblante que parece decir…. Uf! Vaya día! ¡Cómo esto siga así...!
Ciertamente, ¡Vaya día! Más de 1.100 km. Comida de sándwich en la gasolinera, ferry, bici, visita turística…A eso de la 1:00 iniciamos la vuelta, ya muy mermados por el cansancio y… para colmo ¡Nos perdemos! Estuvimos una hora dando vueltas. Cuando llegamos al camping eran las dos y queríamos levantarnos a eso de las 6:30……



sábado, 3 de marzo de 2012

Cabo norte IV. Día 2 Blanes - Freiburg

DIA 2. 2 de julio de 2.010. BLANES - FREIBURG
Datos del día:
  • Km. totales: 1.033
  • Tiempo invertido: 13 horas.
  • Coste carburante: 84 € cada moto.
  • Coste camping: 30 € total.
  • Peajes: 60 € cada moto.
Nos levantamos a las seis de la mañana, el día está fresquito, no frio, pero apetece cerrarse la chaqueta hasta arriba y bajarse la mentonera del casco. Paramos en Blanes a desayunar y llenar depósitos, Gasolinera BP con una cafetería recomendable. A la entrada de Blanes junto a una especie de centro comercial. Pasito a pasito en dos horas estamos en la frontera. La junquera fue el lugar elegido para salir de España porque, entre otras cosas, nuestra ruta de subida transcurre por Alemania y no por Francia.
Tras un caluroso, largo y tedioso día de autorroutes francesas y autobahn alemanas en obras… ya os imagináis, atasco, peajes, mucho coche y bastante radar en Francia. Menos mal que todos los que nos retrataron estaban de frente… no obstante no es extraño ver a gente muy deprisa en Francia, sobre todo en los peajes. Pero lo peor de todo fue la ola de calor que estaba recorriendo Europa, desde las 10:00 de la mañana mucho, pero mucho calor.

Entrando en Alsacia, sin previo aviso, una buena chupa de agua nos hace parar a ponernos el traje de agua. A unos 15 km. De Friburgo la autopista se para… obras. 37 ºc y casi 13 horas de moto nos hacen decidir pasar por el arcén el atasco, con todos los alemanes y sus motos aguardando en rigurosa cola.

Llegamos al Camping Hirzberg en Freiburg y nos endiñan para dormir la cabaña de David Kroket….


Estamos tan exhaustos que tras dos cervezas, una nueva echada a dormir de la RT 1200, esta vez sobre un coche… (el cansancio no nos deja sujetar bien el peso en situaciones “resbaladizas”) sin consecuencias materiales pero….
Esta cara estaba anunciando, justo antes de la cena una sentencia máxima: “Si seguimos así yo no llego a Cabo Norte”. El cansancio era exagerado, no pudimos ni ir a Freiburg a cenar debido al agotamiento. La sombra de la duda planea sobre nuestra empresa….. No obstante, cuando nos trajeron la cena la situación pareció tomar otro color.




En un visto........................................................................ y no visto

Dimos cuenta de una magnífica cena, dos jarras de cerveza y café por sólo 30 €.
Después de cenar nos damos cuenta de que en el bar del camping hay una gran pantalla en la que están jugando Argentina – Ghana. Pierde Argentina y los alemanes se alegran una barbaridad, está claro, es mejor Alemania- Ghana que Alemania- Argentina para la siguiente fase.
Fue justo en este momento en que, con la emoción del viaje y las horas dedicadas los dias previos a dejarlo todo organizado no nos habiamos percatado, nos dimos cuenta que se estaba jugando el mudial de futbol. Ninguno somos muy "futbolero", apenas nada, pero todo el mundo nos animaba por el hecho de ser españoles. ¿Sería una buena señal o no?
Una cerveza viendo el partido y nos acostamos con la sombra de la duda sobrevolándonos.
Aquí fué donde durmieron las "niñas". El sitio era más oscuro y el suelo estaba peor de lo que el flash muestra.