domingo, 11 de marzo de 2012

Cabo norte VI: Dia 4 Copenaghe - Estocolmo

DÍA 4
4 de Julio 2010. COPENAGHE – ESTOCOLMO
Datos del día:
  • Km. totales: 685
  • Tiempo invertido: 9 horas
  • Coste de carburante: 53 € cada moto
  • Coste del hotel: 110 €
  • Peajes: Puente de Malmo, 15 € cada moto (139 Kr.)
Son las siete de la mañana, el sol ya luce con fuerza y lleva toda la noche entrando claridad por las ventanas. Aun así, hemos dormido bien y no acusamos mucho el cansancio acumulado ni el añadido por las pocas horas de sueño – unas cinco-. Tomamos un café (estrenamos los sobres de café soluble que traigo conmigo desde Sevilla, ¡aún quedan 28!) y en la tienda del camping, muy poco surtida, compramos un bollito y un litro de zumo. Desayunamos, cargamos las motos y a las 7:40 salimos rumbo a Estocolmo.
Se prevé una etapa corta, unos 700 km, que a estas alturas nos parece una distancia muy razonable. Sin embargo, nos preguntábamos cómo serían las “autopistas” suecas. Sabemos que el límite son 110 y hemos leído sobre los controles de policía y su costumbre de “hacerte pasar por caja”. Pero lo primero que teníamos por delante era el puente de Malmo. En realidad una sucesión de una pequeña península artificial, unida a una isla y unida a un puente de 7,6 km. de longitud que une Dinamarca con Suecia a través del mar.
La sensación al atravesar el puente es extraña, sabes que estás sobre el mar pero no llegas a percibir la magnitud de la estructura. Sólo desde algúnos ángulos del inicio se aprecia ligeramente el verdadero tamañodel puente.
Tras una breve pelea de nuestras “Isabeles” (el nombre de la voz elegida en nuestros navegadores), no serría la primera ni la última, llegamos al puente. Es curioso que dos navegadores de la misma marca, con cartografía idéntica, no te lleven a los sitios por el mismo camino ni te den hora prevista de llegada idéntica.
Antes de acceder al puente propiamente hablando hay que "pasar por caja", previo pago de 139 Kr. (unos 15 €) puedes atravesar la frontera entre Dinamarca y Suecia que está en medio del mar.
El cartel de la frontera señala, como es obvio, Dinamarca por un lado y Suecia por otro. Paramos en la misma frontera a hacernos unas fotos y continuamos el camino. Bordeamos Malmo y seguimos por la E-20 hacia Estocolmo. Los primeros kilómetros por tierras, y carreteras, suecas nos parecieron… normales. Casi nadie va por encima de 110, la presencia policial parece normal (no vimos ni un coche de policia) y los radares están señalizados y ¡están de frente!
Sin embargo, llevando unos 150 km. aparecen en los laterales de la carretera los famosos quitamiedos suecos. Una imagen vale más que mil palabras. Son tres tiras de cable unidas por postes metálicos con unos bordes que dan miedo.
A eso de las dos de la tarde paramos a comer en una gasolinera de la autopista. La típica “comida” de viaje, perrito y refresco. Comenzamos a sentir un poco de “dolor de posaderas”. El hecho de casi pasarnos el desvío y girar rápido en el último momento produce una pequeña "chispa" entre nosotros. Nos empezamos a dar cuenta de que el cansancio va disminuyendo y no aumentando - cosa que achacamos a la menor temperatura (hace calor pero es muy soportable) pero también nos percatamos que los ánimos no están tan templados como suelen estarlo entre nosotros. Son 24 horas al día juntos y el agotamiento hace que estemos más susceptibles.
Mientras "degustábamos" nuestra comida sueca, de la que os aseguro llegareis a estar hartos ya que en toda Noruega no vais a poder mucho más, llegaron un grupo de moteros suecos con goldwing, y similares, y mantuvimos una agradable charla con ellos.
Gracias a nuestros conocimientos de inglés (Javi es prácticamente bilingue y yo me defiendo con dignidad) podemos entendernos ya que casi todo el mundo por estas latitudes domina bastante bien este idioma. Nos llamó mucho la atención el remolque que llevaban algunas de las motos. Se puede decir que casi viajaban con toda la casa a cuestas…. Aunque ya los habíamos visto otras veces, sobre todo en centroeuropa, nos estuvieron comentando que una vez en marcha apenas se nota (supongo que gracias al par motor que llevan) y que en Suecia los han prohibido, salvo para los que ya los tienen. Este grupo venía de Malmo, donde por lo visto, había habido una concentración internacional del club Goldwing y llevaban en el remolque todo lo necesario para 15 días de camping... igualito que nosotros.
Tras la charla y la "comida" seguimos nuestro camino, muy cómodo y tranquilo, y a eso de las cuatro de la tarde, con más de 30 ºC y tras otra pelea de nuestras Isabeles que casi nos hace perdernos el uno del otro, llegamos al hotel que teníamos reservado en Estocolmo, nuestra última reserva de las dos que hicimos (la otra fue la de Copenaghe). El hotel en sí es un barco anclado en pleno centro de la ciudad. Algo viejo y de habitaciones tamaño camarote de tripulaciónpero está situado muy céntrico.
Nos dimos una ducha en la habitación, curiosamente el baño es idéntico a un baño de autocaravana o de velero, muy estrecho pero a nosotros la ducha nos sienta de maravilla. En unos diez minutos andando estamos en la parte más céntrica de Estocolmo. La ciudad es bonita, con un ambiente variado – incluso con trazas de ser algo peligroso en algunos sitios – cosa que nos llama la atención. Tenemos toda la tarde por delante y la dedicamos a hacer algo de turismo y disfrutar de “las vistas”, que en algunos casos son bastante exóticas.



Así estuvimos apreciando el paisaje.......
y el paisanaje....................................


Tras las típicas compras de turista, imanes para el frigo, pegatinas con las banderas de Suecia, etc...acabamos cenando en un restaurante bastante céntrico y probamos el arce, que por cierto está muy bueno, más que el reno. A eso de las 11 de la noche volvemos al barco-hotel, nos tomamos un par de cervezas en la cubierta preparando el día siguiente y nos vamos a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario