miércoles, 28 de marzo de 2012

Cabo Norte VIII: Día 6 Umea - Rovaniemi

Día 6:

6 de Julio de 2.010: Umea - Rovaniemi

Datos de día.
  • Km totales: 533
  • Tiempo invertido: 6.5 horas
  • Coste carburante: 52 €
  • Coste Cabaña: 79 €

A las siete de la mañana nos levantamos, vuelve a acompañarnos la luz que nos había amenizado la noche… pusimos la ropa de moto y las toallas en las ventanas porque no tenían cortinas, aun así entraba luz por " las rendijas”…. absurdo pero cierto.
Cargamos las motos, consumimos nuestro segundo café soluble…. ¡ya quedan menos! Y un bollito que habíamos comprado el día anterior porque el super no abría hasta las 10:00, ¡Ahí es na!
A las 8:00 salimos hacia Rovaniemi. Esto ya era algo serio: Círculo polar, Papa Noel, Renos… uf!, ¡Qué nervios! Seguíamos recorriendo la espléndida E-4, a ratos autopista, a ratos desdoble de carril… la velocidad media sigue siendo alta y el paisaje… aburre de tanto abeto, pino, lago… es una orgía de naturaleza. Llega incluso a ser monótono porque es muy llano, rectas inmensas, carreteras aburridillas porque no se puede ver mucho por la altura de los árboles y gasolineras sin nadie que las atienda. Volvemos a parar a echar gasolina en una estación fantasma de este tipo y… mi Visa no funciona. Ya empiezo a estar mosca, a veces va, a veces no… sin embargo la de Javi funciona y nos permite llenar y seguir hacia la frontera con Finlandia.

Tras la parada de rigor en la frontera e inspeccionar la cantidad de mosquitos que pueblan estos lares continuamos nuestra hacia Rovaniemi por carreteras igual de buenas.



A eso de las 14:00 llegamos al centro de Rovaniemi, con adelanto frente a lo esperado y en busca de un camping o unas cabañas para soltar los trastos, comer e irnos a las instalaciones que hay montadas a la salida de la ciudad y en las que se aloja la casa de Papa Noel (una de ellas) y el paso geográfico de la línea que da inicio al Círculo polar Ártico. Sabemos que es una turistada pero… ¡Qué pasa!, yo quiero enviarle un regalo a mi hijo desde la oficina de correos que hay en el complejo de Papa Noel y, por supuesto, lo de estar en el círculo polar también nos molaba, así que, no había más que hablar.

Hay un camping muy cerca del centro de la ciudad, cerca de un arroyo, pero no tiene cabañas. Al dar la vuelta nos damos cuenta de que el suelo está inclinadísimo hacia la izquierda y, la moto de Javi coge camino hacia allá y…. Sin consecuencias materiales aunque con la cara desencajada porque salió a ayudarnos hasta la señora del camping…. ¡Cosas que pasan! La misma señora nos indica un complejo hotelero a las afueras, no muy lejos del centro, que fue donde finalmente nos quedamos.

El sitio en cuestión está justo debajo de los trampolines de salto de esquí (deporte nacional) y parece que su actividad está centrada en la nieve. El complejo consta de un hotel (cerrado) una zona de servicios –supermercado, cafetería, restaurante,… (cerrados)- y una recepción inmensa (abierta). Por unos 79 € tenemos una cabaña con una decoración muy moderna, dos habitaciones, Tv de plasma, chimenea y… ¡Sauna!

Las motos en la puerta, a la sombra porque en realidad hace calorcillo. De repente nos damos cuenta que estamos cambiándonos y vaciando maletas con intención de irnos a comer, ya que son las 15:00, y ver el complejo de la casa de Papa Noel. Definitivamente, el cansancio inicial ha desaparecido. Pensamos que eran los kilómetros hechos estos días, muchos menos que los hemos hecho por día en Centro-Europa, las horas de moto, muchas menos también, la temperatura más baja… no sabíamos por qué pero nos sentíamos frescos aunque más adelante comprobaríamos cuál era la clave del cansancio.
En media hora estábamos en el complejo de Napapiiri, es un sitio gracioso, ciertamente muy enfocado al turismo pero tiene su aquel, como hacerse la foto en el Ecuador o en cualquier otro hito geográfico.
Comimos en el bar del complejo, nada recomendable, una sopa y salmón (si hubiéramos sabido que llegaríamos a estar cansados del salmón), un par de cervezas y café por unos 25 € (los dos) No está mal de precio pero no esperéis comer más que para saciar un poco el hambre.
Nos pasamos por la oficina postal de papa Noel a hacer el envío para mi hijo. El ambiente en invierno, con nieve, tiene que ser muy divertido para ir con niños. Todo el mundo vestido de Elfo/a, incluidos los funcionarios de la oficina de correos
En el complejo es dónde puedes hacerte las típicas fotos de “viaje a Cabo Norte”:
El palo con las distancias:
En el trineo de Papa Noel:
En la línea del Circulo Polar:
En el sillón de papa Noel:
En el cartel del complejo escrito en todos los idiomas que se sabía el que lo hizo:
Hay para todos los gustos. En general echamos un buen rato de asueto paseando por los alrededores, hay una zona con un poblado sami, típico de Laponia. También muy turístico pero gratis y, al menos cuando estuvimos nosotros, vacío. Valga una muestra...

Después del “tour Polar” volvimos a disfrutar de los parabienes de una sauna y un rato de relax. Tratamos de buscar en la tele información del tiempo para los siguientes días –la Blackberry que llevábamos no encontraba una red disponible por ningún sitio- El resultado fue indeterminado porque estábamos en Finlandia pero… mañana estábamos en Noruega y, apareció Cabo-Norte pero en general vimos nubes, aunque también sol y un gran lío idiomático (llegamos a entender al locutor decir “se escurre la moto” cuando, con toda seguridad decía otra cosa y, parecía estar vinculado a la lluvia)
El cansancio había desaparecido por completo, eran las 19:00 h. más o menos y fuimos a un supermercado a comprar algo para cenar. Unos 25 € cena para dos a base de salmón, chorizo de reno, ensalada, pan, unas cervezas y zumo y unos bollitos para desayunar al día siguiente. No nos pareció caro para lo que esperábamos… lo mejor estaría por venir en Noruega.
Tras volver de “la compra” decidimos irnos a dar una vuelta por el complejo de trampolines que teníamos detrás de nosotros. Haciendo un poco el “cabra” nos subimos hasta lo más alto del trampolín más alto…
Los tejadillos rojos que se ven entre los árboles son las cabañas donde estábamos. Las vistas son tan espectaculares que no tiene palabras. Todo, todo, absolutamente todo es verde. Las ciudades se pierden entre los árboles y además es bastante plano con lo que la impresión es la de estar ante un mar de árboles.
Volvimos a las 11:00 de la noche y aún era de día… tras cenar comenzamos a pensar que a la vuelta podríamos variar el itinerario y pisar Holanda, Luxemburgo, Bélgica y Francia. Para nuestro entretenimiento de… “pasar fronteras” y hacernos una foto en cada una de ellas.
Tras cenar los nervios nos acompañan preparando la llegada mañana a Cabo Norte, tras las dudas iniciales y los cansancios extremos de los primeros días ya casi lo teníamos a la mano. Miramos un rato el mapa de Europa, dijimos varias veces ¡Jo..r qué lejos estamos de casa! Y nos acostamos con la miel en los labios.

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